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Infecciones urinarias recurrentes

Hacer frente a las infecciones crónicas de las vías urinarias.

Hacer frente a las infecciones crónicas de las vías urinarias

Las mujeres tienen un mayor riesgo de tener infecciones urinarias recurrentes. Descubra lo que puede hacer. 

Si con frecuencia necesita ir al baño, pero solo orina una pequeña cantidad, puede tener una infección urinaria (urinary-tract infection, UTI), que también puede causar una sensación de ardor. Cada año, las infecciones urinarias están detrás de más de 8.1 millones de visitas a proveedores de atención médica, según la Fundación Nacional del Riñón (National Kidney Foundation).

Alrededor de 10 de cada 25 mujeres desarrollarán una infección urinaria durante su vida en comparación con solo 3 de cada 25 hombres. Las mujeres también tienen más probabilidades de tener múltiples infecciones urinarias. Casi el 20 % de las mujeres que han tenido una, tendrán otra, según informa la Fundación Nacional del Riñón (National Kidney Foundation), y el 30 % de esas mujeres tendrán una tercera.

De las mujeres que han tenido tres infecciones urinarias, el 80 % tendrá recurrencias o infecciones urinarias “crónicas”, definidas como dos o más infecciones de vejiga documentadas en el cultivo en un período de seis meses, o tres en un período de un año.

Sufrir infecciones urinarias recurrentes no solo es potencialmente doloroso, sino que también puede ser frustrante.

Preguntas frecuentes

Las vías urinarias comienzan con los riñones, que filtran la sangre y convierten los desechos en orina. Los uréteres son tubos que transportan la orina desde los riñones hasta la vejiga, desde donde pasa a través de la uretra para salir del cuerpo.

Los tipos más comunes de infección urinaria son la cistitis, una infección de la vejiga, y la uretritis, una infección de la uretra. Las infecciones de los riñones (pielonefritis) son menos comunes y mucho más graves.

Una UTI puede desarrollarse en diversos lugares.

Una infección urinaria (urinary-tract infection, UTI) ocurre cuando ciertas bacterias que no se encuentran normalmente en la orina entran en las vías urinarias y se multiplican. La causa típica es la E. coli, que existe en los intestinos de humanos y animales. Desde la uretra, las bacterias pueden propagarse hacia la vejiga y, rara vez, a los riñones.

En el cuerpo de las mujeres, la uretra es corta y está cerca del recto. Por lo tanto, es más fácil que las bacterias colonicen una vejiga femenina. Otros factores de riesgo incluyen los siguientes:

  • Falta de hidratación adecuada. La defensa natural de las vías urinarias frente a las bacterias intrusas es lavar el sistema. Beber agua ayuda al cuerpo funcionar correctamente.
  • Anatomía anormal de las vías urinarias.
  • Una vejiga que no está completamente vacía.
  • Reflujo. Los niños con frecuencia contraen una infección urinaria porque la orina regresa a los uréteres desde la vejiga.
  • Sexo No todas las personas desarrollarán una infección urinaria debido al sexo, pero algunas personas sí.
  • Una afección del sistema inmunitario, que puede predisponerla a desarrollar una UTI.
  • Antecedentes de cálculos renales.
  • Menopausia. La falta de estrógeno puede afectar a las bacterias sanas de la vagina, que normalmente actúan como barrera para evitar la entrada de E. coli en la uretra.
  • Cirugía previa en la vejiga.
  • Puede tener uno o más de los siguientes síntomas:
  • necesidad urgente o frecuente de orinar, pero solo sale un poco;
  • ardor al orinar;
  • orina con olor fuerte;
  • orina turbia y con sangre;
  • dolor en la parte inferior del abdomen o la espalda;
  • fiebre, escalofríos.
  • Otras afecciones pueden imitar una infección de la vejiga, como la sequedad debido a la falta de estrógeno o a una enfermedad de transmisión sexual. En consecuencia, es esencial tener la prueba de diagnóstico adecuada. Un urocultivo revelará si hay bacterias presentes.

Su proveedor de atención médica realizará una evaluación minuciosa. Si está justificado, su médico puede solicitar una ecografía de los riñones o realizar una cistoscopia, durante la cual se inserta una pequeña cámara en la uretra para que el médico pueda ver en la vejiga.

Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar:

  • Beber mucha agua.
  • Consuma dos vasos de 8 onzas de jugo de arándanos al día o tome un suplemento dos veces al día. El arándano ayuda a evitar que las bacterias se unan a las vías urinarias. (Informe a su médico sobre cualquier medicamento que esté tomando. El jugo de arándanos puede interactuar con ciertos productos farmacéuticos).
  • Vaciar completamente la vejiga.
  • Evite los productos que afectan las bacterias de la vagina, como los espermicidas.

Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes, el proveedor de atención médica puede recomendarle metenamina, que estabiliza el pH en la orina y genera un ambiente inhospitable para las bacterias. Si está en la menopausia, puede encontrar alivio con una crema tópica de estrógenos que estimula las bacterias buenas en la vagina para evitar que la E. coli llegue a la uretra.

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