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Programas cardíacos y vasculares

Centro para la Salud Aórtica

Con la atención adecuada, la aorta se mantendrá sana.

¿Por qué elegir ChristianaCare?

Probablemente no haya pensado mucho en la aorta. Es la arteria más grande del cuerpo y puede desarrollar determinados problemas, algunos muy graves. Con la atención adecuada, la aorta se mantendrá sana. Tener a su médico habitual conectado con un equipo especializado centrado en la salud aórtica significa que usted obtendrá la atención adecuada. Y ante un problema, sabrá que tendrá la ayuda de expertos en los que puede confiar.

En ChristianaCare, hemos reunido a un equipo especializado que ayudará para mantener la aorta sana. Se aúna la experiencia de médicos especializados, cirujanos y radiólogos para que usted y su médico de atención primaria cuenten con el mejor asesoramiento para el mantenimiento de la salud; y están listos para ayudar con cualquier problema de la aorta que usted pueda presentar. Los medicamentos, las cirugías y los procedimientos de endoprótesis vascular menos invasivos (más información a continuación) pueden formar parte del plan de atención.

Mantenimiento de la salud aórtica

Es probable que nunca haya pensado mucho en la aorta; sin embargo, hay afecciones frecuentes que pueden causar problemas en la aorta. La presión arterial alta, el colesterol alto, el tabaquismo y los antecedentes familiares de problemas aórticos u otros problemas en los vasos sanguíneos son factores que pueden ponerlo en un riesgo mayor de tener una enfermedad aórtica. La enfermedad aórtica no tratada puede provocar problemas graves, incluidas emergencias potencialmente mortales.

La aorta se conecta a la parte superior del corazón y transporta sangre rica en oxígeno desde el corazón hasta el resto del cuerpo. Este vaso sanguíneo grande se desplaza desde el pecho hasta el vientre y despliega muchas ramas. Los problemas pueden limitarse al tórax (enfermedad torácica), el vientre (enfermedad abdominal) o ambas partes de la aorta (enfermedad toracoabdominal).

Vista interna del cuerpo humano que muestra una aorta normal y un aneurisma aórtico en la región torácica y abdominal.

La buena noticia es que la salud de la aorta se puede evaluar y mantener fácilmente. Algunos puntos para recordar:

  • Todo aquello que ayuda a prevenir los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares también ayuda a mantener la salud aórtica:
    • No fume
    • Manténgase activo: al menos 150 minutos de actividad física de moderada a extenuante cada semana.
    • Mantenga una alimentación saludable
    • Mantenga el colesterol dentro del intervalo normal.
    • Mantenga la presión arterial en el intervalo normal.
  • Las pruebas de detección sistemática no invasivas permiten determinar si usted tiene un problema aórtico y deben realizarse en los siguientes casos:
    • El paciente es hombre*, tiene de 65 a 75 años de edad y fumó alguna vez.
    • El paciente es hombre*, tiene 60 años de edad en adelante y tiene un familiar con aneurisma aórtico.
    • El paciente es hombre o mujer de cualquier edad y tiene una afección genética que se sabe que causa problemas aórticos.
  • Las pruebas genéticas no son necesarias para la mayoría de las personas, pero están ampliamente disponibles y deben considerarse si un familiar ha tenido algún tipo de enfermedad aórtica.

*No hay suficiente evidencia de que las pruebas de detección sistemática reporten un beneficio para las mujeres ni para los hombres mayores de 75 años de edad, a menos que existan condiciones específicas.

Preguntas frecuentes

La salud de la aorta puede evaluarse de varias maneras, entre ellas, las siguientes:

  • Ecografía abdominal. Esta es la herramienta de detección sistemática más frecuente para los problemas aórticos. En la prueba, se usan ondas sonoras para crear una imagen de la aorta abdominal. Es rápida e indolora.
  • Tomografía computada (TC). Esta prueba también es rápida e indolora, pero implica el uso de rayos X. La ventaja de una TC es que las mediciones pueden ser más precisas en comparación con la ecografía; asimismo, brinda información sobre la aorta torácica y la aorta abdominal. Por lo general, se coloca una vía intravenosa para inyectar un medio de contraste mientras se toman las radiografías; esto mejora en gran medida las imágenes de los vasos sanguíneos.
  • Imágenes por resonancia magnética (IRM). Esta prueba es similar a una TC, pero no implica el uso de rayos X. Su uso como una herramienta de detección sistemática no es tan frecuente debido al costo y la complejidad. Esta prueba también suele requerir una infusión intravenosa y un medio de contraste.
  • Angiografías aórticas. Estas pruebas son invasivas, lo que significa que se inserta un catéter (un tubo) en la aorta y se inyecta material de contraste mientras se toman las radiografías. Aunque estas pruebas son seguras, resultan menos convenientes y más complicadas que las demás pruebas, por lo que generalmente se recomienda solo cuando hay otras cuestiones por investigar que requieren un estudio invasivo.

Si nunca tuvo un problema aórtico, su médico de atención primaria (PCP, por sus siglas en inglés) se encargará de todo. El Centro para la Salud Aórtica de ChristianaCare facilita que sus proveedores obtengan asesoramiento o ayuda de un especialista si es necesario. Si se le diagnostica un problema aórtico, es probable que lo deriven a un especialista. A menudo, el especialista será un cardiólogo, pero podría ser un cirujano vascular, un cirujano cardíaco o incluso un radiólogo vascular.

Entre los problemas más frecuentes de la aorta, se incluyen los siguientes:

  • Aneurismas aórticos. Los aneurismas son áreas a lo largo de la aorta que se estiran de manera anómala, como si se tratara de una zona débil en un neumático. La presión del flujo sanguíneo en la aorta empuja esa zona débil, por lo que la aorta aumenta de tamaño en el transcurso del tiempo. Por lo general, este proceso es silencioso y causa pocos síntomas o ninguno. La experiencia ha demostrado que, en un momento determinado, la aorta corre el riesgo de romperse; si eso sucede, la sangre puede salir rápidamente y causar la muerte instantánea. Para evitar este riesgo, los médicos pueden recomendar cirugía o tratamiento de endoprótesis vascular incluso si el paciente se siente bien.
  • Disecciones aórticas. Al igual que todas las arterias, la aorta se compone de 3 capas de tejido. La capa interna puede desgarrarse y hacer que la sangre fluya por debajo de la aorta y no por encima de ella. Las disecciones suelen desarrollarse en áreas con cambios aneurismáticos, pero no siempre. Son muy difíciles de detectar cuando son pequeñas, por lo que normalmente se descubren cuando son grandes. Estas tienden a agrandarse repentinamente y pueden causar problemas graves. En raras ocasiones, una lesión por desaceleración (como un traumatismo en el pecho que se produce durante un accidente automovilístico) puede causar una disección, incluso en una aorta sana. Las disecciones agudas son dolorosas y pueden interrumpir el flujo sanguíneo normal. Algunas disecciones pueden tratarse con medicamentos, pero muchas requieren cirugía de emergencia.
  • Ateroesclerosis aórtica. La ateroesclerosis es el proceso de enfermedad vascular que conforma la base de la mayoría de los aneurismas y las disecciones, pero puede crear problemas de otras maneras. Del mismo modo que las arterias del corazón y del cuello pueden obstruirse debido a la ateroesclerosis, la aorta también puede obstruirse. Las obstrucciones completas son poco frecuentes, pero pueden ocurrir. Pueden producirse obstrucciones parciales graves en cualquier parte de la aorta, pero tienden a ser más frecuentes en la parte abdominal. Por lo general, el tratamiento requiere cirugía o tratamiento con endoprótesis vascular.

Los médicos le informarán si es necesaria una cirugía para reparar un aneurisma aórtico. Algunos aneurismas pueden tratarse sin cirugía o con seguimiento durante un tiempo antes de que sea necesaria la cirugía. Es probable que los médicos consideren la cirugía si el aneurisma crece más de 2 pulgadas de diámetro, porque las disecciones y las roturas catastróficas son más probables cuando el diámetro es mucho mayor que eso. La velocidad a la que crece el aneurisma también es un factor: los médicos suelen aconsejar la cirugía si el aneurisma crece más de aproximadamente media pulgada en un año. Los medicamentos ralentizan el crecimiento del aneurisma. En la actualidad, muchos aneurismas se tratan con métodos de endoprótesis vasculares (ver a continuación).

Con cirugía y tratamiento con endoprótesis vascular, se usa material sintético para reforzar o sustituir partes de la aorta. Los materiales se usan para reparaciones vasculares desde hace muchos años y son seguros y eficaces.

A diferencia de los aneurismas, las disecciones tienden a ocurrir repentinamente y causan muchos síntomas. En general, una TC le indicará al médico si usted tiene una disección. En ese caso, la atención que necesite dependerá de la ubicación y la extensión de la disección.

Recuerde que la parte torácica de la aorta comienza en la parte superior del corazón y se extiende hacia la cabeza. Esa primera parte se denomina “aorta torácica ascendente”. A continuación, la aorta gira 180 grados y recorre el pecho hacia el vientre. La parte donde la aorta gira se denomina “cayado aórtico” (o “cayado transversal”) y el resto, “aorta torácica descendente”.

Las disecciones que afectan a la aorta torácica ascendente o al cayado aórtico pueden ser muy peligrosas. Quizás sea necesaria una cirugía de emergencia para evitar lesiones permanentes o la muerte. Las disecciones en la aorta torácica ascendente pueden interferir en el funcionamiento de la válvula aórtica, una válvula cardíaca muy importante; y a veces, es necesario reemplazar esa válvula. Por otro lado, algunas disecciones que afectan solo a la aorta torácica descendente pueden tratarse solo con medicamentos. Otras disecciones pueden tratarse con técnicas de endoprótesis vascular, especialmente aquellas limitadas a la aorta abdominal. Si una disección afecta a las partes torácica y abdominal de la aorta, la cirugía puede implicar la operación tanto en el pecho como en el abdomen, o puede ser necesaria una combinación de cirugía y técnicas de endoprótesis vascular.

Las operaciones aórticas son cirugías de gran importancia. A veces, debe formarse un equipo combinado de cirujanos cardíacos y vasculares para obtener los mejores resultados posibles. En el Centro para la Salud Aórtica de ChristianaCare, adoptamos este enfoque de equipo.

Las endoprótesis vasculares son tubos grandes (a veces llamados “endoprótesis cubiertas”) que se colocan dentro de la aorta para tratar algunos casos de aneurismas y disecciones. Por lo general, se insertan a través de una incisión en la ingle. Las endoprótesis vasculares son atractivas porque son una alternativa menos estresante a la cirugía y, por lo general, tienen menos complicaciones. Sin embargo, algunos casos de aneurismas y disecciones no son adecuados para el tratamiento con endoprótesis vasculares.

Ilustración de un stent arterial

El uso más frecuente de las endoprótesis vasculares es en el tratamiento de aneurismas de la aorta abdominal, donde han demostrado ser muy útiles. Las endoprótesis vasculares pueden cubrir y sellar un aneurisma de manera eficaz. Es necesario tener cuidado para garantizar que la endoprótesis vascular no cubra vasos sanguíneos importantes que se ramifiquen desde la aorta, como las arterias que van a los riñones y otros órganos.

También se han usado endoprótesis vasculares para tratar aneurismas en la aorta torácica descendente. La mayor preocupación aquí radica en que los vasos sanguíneos pequeños que se ramifican desde la aorta torácica descendente lleven sangre a la médula espinal y que cubrirlos provoque debilidad o parálisis nerviosa. Las endoprótesis vasculares se están desarrollando para su uso en la parte torácica ascendente y en el cayado aórtico, pero siguen siendo en su mayoría experimentales.

Las endoprótesis vasculares también pueden usarse para tratar disecciones aórticas, especialmente en la aorta torácica descendente y la aorta abdominal. Las disecciones en estas partes de la aorta a menudo se estabilizan solo con terapias médicas, por lo que las endoprótesis vasculares suelen recomendarse cuando las disecciones causan problemas a pesar del tratamiento médico o hay razones para creer que las disecciones pueden causar complicaciones catastróficas.

La desventaja de la endoprótesis vascular es que pueden tener fugas. Las TC suelen realizarse cada año después de una endoprótesis vascular para verificar que todo funcione correctamente. Si una endoprótesis vascular tiene fugas, es posible que el paciente necesite un tratamiento de endoprótesis vascular adicional o incluso cirugía.

Los cirujanos cardíacos, los cirujanos vasculares, los radiólogos intervencionistas y los cardiólogos pueden recibir capacitación en el uso de endoprótesis vasculares. En el Centro para la Salud Aórtica de ChristianaCare, confiamos en la experiencia combinada de todos estos especialistas para ofrecer una atención coordinada.

Al igual que con otros problemas médicos complicados, usted debe hablar sobre la atención de cualquier problema aórtico con los profesionales de atención de su confianza. La mayoría de los pacientes y los profesionales de atención quieren usar el enfoque menos invasivo y menos estresante para tratar un problema aórtico. Sin embargo, se deben tener en cuenta muchos factores; y se recomienda escuchar el consejo de su equipo de atención sobre qué tratamiento es el mejor para usted. Por eso es tan importante escuchar a sus proveedores de confianza. Si un equipo multidisciplinario de expertos analiza el problema, probablemente usted obtenga la mejor recomendación; y es por eso que usamos este enfoque en ChristianaCare.

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El Centro de Salud Cardíaca y Vascular de Christiana Care es líder en atención cardíaca a nivel nacional, regional y local.
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