Salud cardíaca y vascular
Cuando sus venas y arterias están enfermas, pueden ser una amenaza para su vida.
Los especialistas vasculares comprenden las arterias y venas por dentro y por fuera. Son los únicos médicos que están entrenados en el diagnóstico, tratamiento y control de los trastornos de todas las partes del sistema vascular (las venas y arterias del cuerpo) que no sean el corazón y el cerebro.
Al coordinar la atención con el resto de su equipo de atención médica, incluido su médico de familia, los especialistas en diabetes o especialistas en corazón, pueden ayudarlo a controlar los trastornos vasculares comunes o problemas de salud multifacéticos complejos.
Después de una emergencia, como un accidente cerebrovascular, es posible que lo deriven a un especialista vascular, o es posible que tenga síntomas más leves que pueden indicar que usted mismo debe consultar a un especialista vascular.
Las enfermedades de las arterias generalmente se encuentran cuando un especialista vascular realiza un examen. Si le detectan una afección vascular, siéntase seguro de saber que nuestro equipo puede realizar procedimientos avanzados, incluidas cirugías mínimamente invasivas, para tratarla. Algunos de estos procedimientos incluyen:
Las venas profundas de las piernas llevan la sangre de regreso directamente al corazón y se encuentran en el centro de la pierna, cerca de los huesos. Las venas superficiales de las piernas están justo por debajo de la piel. Tienen menos soporte de los músculos y los huesos circundantes que las venas profundas y, por lo tanto, pueden tener un área de debilidad en la pared. Cuando la vena se hincha, se convierte en una várice. Las venas perforantes son conexiones entre el sistema superficial y el sistema profundo de venas de las piernas.
Las várices son venas hinchadas, torcidas y azuladas que están cerca de la superficie de la piel. Debido a que las válvulas de las venas están dañadas, contienen más sangre a presión más alta de lo normal. Esto fuerza el líquido hacia al tejido circundante y hace que la pierna se hinche y esté pesada.
Antiestéticas e incómodas, las várices pueden hinchar los tobillos y los pies y causar comezón en la piel. Pueden presentarse en casi cualquier parte de la pierna, pero se las ve con más frecuencia en la parte de atrás de la pantorrilla o en la parte interna de la pierna, entre la ingle y el tobillo. Si no se tratan, es probable que los síntomas empeoren y causen úlceras.
La función normal de las venas de las piernas, tanto las venas profundas como las superficiales, es llevar la sangre de regreso al corazón. Al caminar, por ejemplo, el músculo de la pantorrilla actúa como una bomba, contrayendo las venas y enviando la sangre de regreso al corazón.
Para evitar que la sangre fluya en dirección contraria, las venas tienen diversas válvulas. Si las válvulas fallan, el flujo de sangre regresa a las venas superficiales y otra vez hacia abajo por la pierna. El reflujo venoso resultante hace que las venas se agranden y se conviertan en várices. El proceso es como si se inflara un globo sin dejar que el aire salga hacia el exterior. El globo permanecerá inflado.
El tratamiento, esencialmente, detiene este flujo inverso en el sitio o los sitios más altos de falla de las válvulas. En las piernas, las venas que están cerca de la superficie de la piel drenan en las venas más grandes, como la vena safena, que llega hasta la ingle. Las válvulas dañadas de la vena safena a menudo son la causa del flujo sanguíneo inverso, que regresa a las venas superficiales.
La distancia desde los pies hasta el corazón es la más prolongada que la sangre debe recorrer en el cuerpo. Debido a la fuerza de gravedad, dichos vasos sanguíneos experimentan gran cantidad de presión. Si las válvulas de las venas no funcionan correctamente, el flujo sanguíneo inverso puede hacer que las venas superficiales se hinchen y se deformen.
Las causas que contribuyen a la aparición de várices incluyen genética, obesidad, embarazo, cambios hormonales en la menopausia, trabajo o pasatiempo que requieran permanecer parados por mucho tiempo y antecedentes de enfermedades venosas, como tromboflebitis, inflamación de una vena por la formación de un coágulo sanguíneo. Las mujeres son más propensas a tener várices más que los hombres y la mitad de las personas de más de 50 años padecen esta afección.
Las úlceras varicosas son zonas en la parte inferior de la pierna donde la piel ha muerto y se expone la carne de abajo. Las úlceras pueden variar desde el tamaño de un penique hasta envolver la pierna. Son heridas abiertas dolorosas y con mal olor que supuran y pueden durar meses o, incluso, años. La mayoría de las úlceras en las piernas se producen cuando una enfermedad venosa no se trata. Son más habituales entre las personas mayores, pero también puede afectar a las personas jóvenes de hasta dieciocho.
ESES es una forma fácil de recordar el enfoque conservador. Son las siglas en inglés para ejercitar, usar medias de compresión, elevar las piernas y reposar (Exercise Stockings Elevation and Still). Realizar estas acciones no hará que las venas desaparezcan ni prevendrán que empeoren, ya que no se trató la enfermedad de reflujo venoso subyacente. Sin embargo, puede sentir un poco de alivio sintomático. Bajar de peso también es útil.
Si hay zonas inflamadas o una infección, pueden recetarse antibióticos tópicos. Si se desarrollan úlceras, los medicamentos y los vendajes deben cambiarse con regularidad.
Hay alternativas a largo plazo para las várices visibles, como la escleroterapia y la flebectomía.
Se coloca una inyección de producto químico, como una solución salina y detergente, en una vena para que se contraiga o se obstruya. Otras venas asumen su función. De esta manera, el éxito es temporario y las várices vuelven a aparecer con frecuencia. Es más eficaz en las venas superficiales más pequeñas, de menos de 1 o 2 mm de diámetro.
La flebectomía ambulatoria, que se usa para tratar las venas superficiales, es un procedimiento quirúrgico en el que se realizan múltiples incisiones pequeñas a lo largo de una várice y se extrae de la pierna mediante ganchos o pinzas quirúrgicos. El procedimiento se realiza bajo anestesia local o regional, ya sea en una sala de operaciones o en una sala de procedimientos.
Si la fuente del flujo sanguíneo inverso se debe a las válvulas dañadas en la vena safena, esta puede retirar a través de un procedimiento quirúrgico conocido como cirugía vascular. Bajo anestesia general, toda la vena o parte de esta se liga y se extirpa. Las piernas se vendan después de la cirugía, pero la hinchazón y los hematomas pueden durar semanas.
Si la fuente del flujo sanguíneo inverso se debe a las válvulas dañadas en la vena safena, esta puede retirar a través de un procedimiento quirúrgico conocido como cirugía vascular. Bajo anestesia general, toda la vena o parte de esta se liga y se extirpa. Las piernas se vendan después de la cirugía, pero la hinchazón y los hematomas pueden durar semanas.
Hay muchas buenas razones por los que ChristianaCare se encuentra constantemente dentro de los diez mejores hospitales del país en cuanto a la atención circulatoria. Nuestros proveedores lideran un equipo experimentado respaldado por la tecnología más reciente; y son profesionales que no solo conocen los vasos sanguíneos del cuerpo y su funcionamiento, sino que además saben cómo tratarlos.