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Cáncer de próstata y tratamiento

La mayoría de los hombres con cáncer de próstata no tienen síntomas.

¿Qué es el cáncer de próstata y cuáles son los tratamientos?

La próstata es una glándula reproductiva masculina que produce un líquido que se encuentra en el semen. Se encuentra debajo de la vejiga y en frente del recto, y rodea la uretra (el conducto por el que se vacía la orina de la vejiga).

El cáncer de próstata afecta la glándula de la próstata y se puede diseminar a las estructuras circundantes. Si bien la mayoría de los hombres con cáncer de próstata no tienen síntomas, los médicos pueden detectar el cáncer de próstata durante una revisión médica regular, mediante el uso de una combinación de un análisis de sangre denominado PSA y un tacto rectal (DRE).

Aproximadamente a uno de cada seis hombres estadounidenses se le diagnosticará cáncer de próstata en su vida. Con mayor concienciación, la detección del cáncer de próstata está en aumento y la mortalidad en disminución. Además, mejores tratamientos permiten que más hombres vuelvan a sus vidas activas y reproductivas después del tratamiento.

Opciones de tratamiento

Si tiene un diagnóstico temprano de cáncer de próstata, generalmente existe una amplia variedad de opciones de tratamiento. Estas pueden incluir tratamiento conservador, radioterapia con haz externo o braquiterapia, criocirugía y prostatectomía (extirpación quirúrgica de la próstata). Las opciones de tratamiento dependerán de una cantidad de factores, incluidos el estadio de la enfermedad, su edad y la preferencia de salud o personal.

Para minimizar la lesión rectal durante la radioterapia para el cáncer de próstata, ChristianaCare introduce el uso del sistema SpaceOAR (Organs at Risk).

La radioterapia no solo destruye las células cancerosas en la próstata, sino que también daña a las células del recto y los tejidos que lo rodean.

Los hidrogeles SpaceOAR se inyectan en un procedimiento mínimamente invasivo para empujar el recto para alejarlo de la próstata y del campo de radiación de dosis alta, a fin de minimizar las lesiones rectales y mejorar los resultados. Los geles biodegradables son seguros de usar y se disuelven después del tratamiento sin dejar residuos.

Si su cáncer de próstata ha reaparecido y ha hecho metástasis (se ha extendido a otras zonas de su cuerpo) y usted ya ha recibido otras terapias, le ofrecemos un nuevo tratamiento de radiación que puede desacelerar el crecimiento de los tumores y prolongar su vida, llamado tratamiento con antígeno prostático específico de membrana (PSMA).  Es un tratamiento radiactivo dirigido contra el cáncer de próstata realizado en medicina nuclear y es una nueva opción de tratamiento para alguien con cáncer de próstata. Pregunte a su médico si este tratamiento puede ser adecuado para usted y solicite una derivación a Medicina Nuclear para obtener más información.

Prostatectomía

La opción de tratamiento considerada el estándar de oro para los hombres menores de 70 años con cáncer en estadio temprano limitado en un órgano es la extirpación quirúrgica de la próstata mediante la prostatectomía radical destinada a conservar los nervios. La prostatectomía también es el tratamiento más ampliamente usado para el cáncer de próstata actualmente en los Estados Unidos.

La meta principal de la prostatectomía es la extirpación del cáncer. Una meta secundaria es preservar la función urinaria y, en caso de que se necesario, la función eréctil. La preservación de los nervios necesarios para las erecciones puede ser una meta extremadamente importante para los pacientes. Estos nervios se extienden a lo largo de la próstata y, a menudo, son dañados cuando se extirpa la próstata. Una prostatectomía destinada a conservar los nervios intenta preservar estos nervios de modo que el paciente puede volver tener su función eréctil anterior.

Tipos de prostatectomía

Los métodos para este procedimiento incluyen una cirugía abierta tradicional, una cirugía laparoscópica convencional o una prostatectomía da Vinci, que es una cirugía laparoscópica asistida por un robot.

Con un procedimiento abierto tradicional, su cirujano usa una incisión de 8 a 10 pulgadas para acceder a la próstata. Este método a menudo da como resultado una sustancial pérdida de sangre, una recuperación extensa e incómoda y un riesgo de sufrir impotencia o incontinencia.

La laparoscopia convencional usa una cámara quirúrgica especializada e instrumentos rígidos para acceder y extirpar la próstata mediante una serie de pequeñas incisiones. Este método le proporciona al cirujano una mejor visualización en comparación con el método abierto. Además, les brinda a los pacientes los beneficios de un procedimiento mínimamente invasivo.

A pesar de estas ventajas, la laparoscopia convencional se basa en instrumentos rígidos y video 2D estándar, limitaciones técnicas que pueden ser desafiantes para el cirujano. Debido a estas desventajas, la laparoscopia convencional no se presta bien a procedimientos complejos como la prostatectomía. Por lo tanto, algunos urólogos usan este enfoque para la prostatectomía. Además, ni la laparoscopia ni la cirugía abierta pueden proporcionar una visualización adecuada para una prostatectomía con conservación de nervios muy precisa.

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