Incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria de esfuerzo (stress urinary incontinence, SUI) se produce cuando hay presión en la vejiga que no puede resistir. La presión podría provenir de levantar objetos pesados, hacer ejercicio, toser o reír. Para algunos, solo pararse es demasiada presión.

Independientemente de si el estrés es leve o grave, podría perder unas gotas de orina o una cantidad significativa. Es posible que no sienta la necesidad de ir al baño antes de que ocurra.

Los factores de riesgo incluyen los siguientes:

• Sexo. Es más probable que las mujeres experimenten incontinencia urinaria de esfuerzo que los hombres debido a la diferencia física en la uretra, el tubo que lleva la orina fuera del cuerpo. Las mujeres tienen una uretra más corta, que puede sufrir un traumatismo durante el embarazo y el parto.
• tener sobrepeso
• fumar
• afecciones que provocan tos crónica
• estreñimiento, que provoca esfuerzo
• Factores genéticos. La incontinencia urinaria de esfuerzo puede ser hereditario.

Si tiene sobrepeso, perder peso puede marcar la diferencia. Los ejercicios del piso pélvico, conocidos como ejercicios de Kegel, pueden fortalecer la zona. Debe apretar y relajar los músculos de forma repetitiva todos los días. Hable con su proveedor de atención médica para asegurarse de que está haciendo los ejercicios de Kegel correctamente.

Los tratamientos no quirúrgicos incluyen:

• Un pesario, un pequeño dispositivo de silicona que se inserta en la vagina para sostener la uretra.
• El Poise Impressa, un producto de venta libre que sostiene la uretra. Es imprescindible que se ajuste adecuadamente.

Los tratamientos quirúrgicos suelen ser procedimientos ambulatorios mínimamente invasivos con poco tiempo de inactividad.

Las opciones incluyen:

• Un cabestrillo, un soporte similar a una hamaca para la uretra hecho de malla o del propio tejido conectivo de la paciente. La tensión es fundamental. El cabestrillo debe evitar fugas, pero permitir el flujo normal de orina. Aunque es poco frecuente, el cabestrillo de malla puede provocar efectos secundarios, como infecciones urinarias. La Sociedad Estadounidense de Uroginecología (American Urogynecologic Society, AUGS) tiene un folleto con más información sobre los cabestrillos.
• Un cabestrillo ajustable, que puede ajustarse después de su inserción.
• El relleno, que podría funcionar para un número reducido de pacientes. Durante los procedimientos ambulatorios, el cirujano inyectará las paredes de la uretra para estrecharla.

El Centro de Uroginecología y Cirugía Pélvica de Christiana Care ofrece todos estos tratamientos.

La incontinencia urinaria de urgencia, a menudo conocida como vejiga hiperactiva (overactive bladder, OAB), se produce cuando el cerebro le dice a la vejiga que tiene que orinar, pero la vejiga no está llena. O los músculos de la vejiga se contraen con demasiada frecuencia. En cualquier caso, siente que necesita ir continuamente al baño.

Según la Urology Care Foundation, unos 33 millones de estadounidenses tienen OAB. El riesgo de desarrollar OAB aumenta con la edad, pero eso no significa que deba aceptarse como una parte del proceso de envejecimiento.

El proveedor de atención médica primero buscará una causa subyacente, como una infección urinaria (urinary tract infection, UTI). Si no tiene una infección urinaria, puede encontrar alivio con cambios en el estilo de vida y el comportamiento, por ejemplo:

• Evitar ciertos factores desencadenantes en la dieta, como la cafeína, que pueden estimular la vejiga.
• Bajar de peso.
• Practicar ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos del piso pélvico.
• “Reentrenamiento” de la vejiga. Por ejemplo, si al llegar a casa se dirige habitualmente al baño, independientemente de si necesita utilizarlo o no, puede probar a esperar para reacondicionar la vejiga.
• Los medicamentos para la vejiga hiperactiva incluyen:
• Medicamentos anticolinérgicos, como Oxytrol y Vesicare. Los efectos secundarios frecuentes incluyen sequedad de boca y estreñimiento. Este grupo de medicamentos puede causar problemas de memoria en pacientes de edad avanzada.
• Myrbetriq, que tiene menos efectos secundarios.

Su médico puede recomendarle varias pruebas y procedimientos, entre ellos:

• Una cistoscopia, durante la cual el médico inserta un tubo hueco con una lente de cámara en la uretra y hasta la vejiga para detectar cualquier anomalía.
• Estudios urodinámicos (urodynamic studies, UDS), que evalúan el funcionamiento de la vejiga.

En el Centro de Uroginecología y Cirugía Pélvica de Christiana Care, los médicos analizarán las posibles opciones de tratamiento, que podrían incluir:

• Botox Con un cistoscopio, el médico inyectará una sección de la vejiga para paralizar el músculo y reducir la fuerza de la contracción. Se desvanecerá en 6 a 12 meses. Los efectos secundarios incluyen un mayor riesgo de desarrollar una UTI. En raras ocasiones, el bótox paraliza completamente la vejiga, lo que requiere autocateterismo.
• Estimulación del nervio sacro. Un dispositivo implantado, como un marcapasos, envía una señal a un cable cerca de los nervios sacros para que pueda detectar mejor cuándo necesita orinar para evitar pérdidas. El Centro de Uroginecología y Cirugía Pélvica de Christiana Care ofrece el procedimiento.
• Estimulación del nervio ciático poplíteo interno. En un procedimiento de consulta, el médico insertará una aguja de acupuntura junto al nervio ciático poplíteo interno detrás del tobillo, que se extiende hasta el mismo punto de la médula espinal que el nervio de la vejiga. No hay implante, pero debe someterse a este procedimiento por 30 minutos una vez a la semana durante 12 semanas. Después de eso, necesitará refuerzos periódicos.

Usted y su médico tomarán su decisión en función de sus antecedentes médicos, su estilo de vida y sus preferencias personales.