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Salud del cuerpo femenino | Christiana Care

Uroginecología

Nuestros médicos cuentan con certificación en obstetricia y ginecología.

La uroginecología es una especialidad médica que se centra en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos del piso pélvico, que afectan a los músculos, ligamentos, tejidos conjuntivos y nervios que sostienen la vejiga, el útero, la vagina y el recto.

Sin embargo, tener estas afecciones no significa que tenga que soportarlas. Nuestros expertos están aquí para ayudarle con todos los aspectos de la uroginecología y a vivir con comodidad.

Nuestros médicos están certificados por la junta en obstetricia y ginecología, y son los únicos uroginecólogos de Delaware certificados por la junta en medicina pélvica femenina y cirugía reconstructiva. Las opciones de tratamiento incluyen fisioterapia, medicamentos y cirugía. La cirugía puede ser ambulatoria, mínimamente invasiva o importante, según sus necesidades y preferencia. Nuestras pacientes también pueden participar en estudios clínicos de investigación, y proporcionar acceso a potenciales nuevos tratamientos.

Examen de una mujer joven

Afecciones que podemos tratar

Nuestro Centro de Uroginecología y Cirugía Pélvica trata a mujeres que experimentan lo siguiente:

    Prolapso: afección frecuente en la que un órgano se extiende hacia dentro o fuera de la vagina como resultado del embarazo, el parto u otras acciones. Los órganos que pueden desprenderse de su posición normal incluyen la vejiga, el útero y el recto. Los tratamientos pueden incluir ejercicios para fortalecer los músculos, la inserción de un pesario para mantener la vagina en su lugar o, en algunos casos, cirugía para corregir y reparar.

    Incontinencia urinaria : pérdida incontrolada de orina de la vejiga, que puede ocurrir en cualquier momento. Ofrecemos tratamiento para todos los tipos a fin de que pueda vivir con comodidad y dignidad.

    Incontinencia fecal : es la pérdida involuntaria de materia fecal o gas. Una afección común que presenta el 11 % de las mujeres, para la cual ofrecemos una serie de tratamientos que incluyen medicina, ejercicios de fortalecimiento, implantes y cirugía.

    Vulvodinia y vestibulitis vulvar : afección asociada con dolor en la abertura de la vagina que experimentan mujeres de todas las edades. Los tratamientos pueden incluir medicamentos, manejo del comportamiento, ejercicios de fortalecimiento, ajuste de la dieta y el tratamiento de afecciones relacionadas. Otras opciones incluyen el tratamiento con inyecciones y la cirugía.

      Infección urinaria : ocurre cuando bacterias contaminan alguna parte del sistema normalmente estéril de órganos y conductos que procesan, almacenan y transportan la orina a través del cuerpo y fuera de este. Las vías urinarias incluyen los riñones, uréteres, vejiga y uretra. Podemos tratar una serie de infecciones con antibióticos, así como investigar cualquier causa subyacente.

      Cistitis intersticial : también conocida como síndrome de vejiga dolorosa, afecta al menos a 3-8 millones de mujeres en los EE. UU. Los tratamientos pueden incluir medicamentos, modificación de la dieta, fortalecimiento del piso pélvico, medicación para la vejiga, implante de un dispositivo o cirugía.

      Fístula genital : un problema de drenaje en la vejiga o intestino causado por la formación de un agujero entre estos órganos.

      ¿Cómo se tratan estas afecciones?

      Una vez que los médicos determinan la causa del trastorno del piso pélvico, pueden brindar diversas opciones de tratamiento, que incluyen:

      • medicamentos;
      • Fisioterapia
      • modificación de la conducta;
      • medicina alternativa;
      • reconstrucción del piso pélvico con técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas y más complicadas. Las especialidades incluyen cirugía vaginal, abdominal, laparoscópica y robótica con la tecnología Da Vinci.

      Preguntas frecuentes sobre uroginecología

      Un uroginecólogo es un médico que se especializa en el tratamiento de mujeres que tienen diversos trastornos del piso pélvico. En ocasiones, a este especialista también se lo llama urólogo de mujeres.

      Antes de que se creara la especialidad de uroginecología, las mujeres que tenían trastornos del piso pélvico solían tener que visitar a varios especialistas y recibir tratamiento por problemas en el aparato urinario, el aparato gastrointestinal y el aparato reproductor de forma independiente. Un uroginecólogo puede controlar todas estas afecciones de manera integral.

      Además de completar la escuela de medicina, un uroginecólogo debe haber completado un programa de residencia de cuatro o cinco años en urología u obstetricia y ginecología, además de una beca intensiva de tres años en medicina pélvica femenina y cirugía reconstructiva.

      El piso pélvico está formado por los músculos, los ligamentos, los tejidos conectivos y los nervios que sostienen vejiga, el útero, la vagina y el recto, y ayuda a que estos órganos pélvicos funcionen.

      Los Institutos Nacionales de la Salud (National Institutes of Health) calculan que un tercio de las mujeres en los Estados Unidos experimentarán trastornos del piso pélvico en su vida. El parto, levantar objetos muy pesados de forma repetida, las enfermedades crónicas y la cirugía pueden debilitar el piso pélvico. Los factores hereditarios también pueden contribuir.

      Si bien los trastornos del piso pélvico son más frecuentes a medida que se envejece, no son inevitables. Según la gravedad de su afección, hay diversos tratamientos disponibles para minimizar los síntomas o reparar el daño.

      Además de un historial integral y un examen físico, nuestros médicos también pueden valerse de varios tipos de evaluaciones, entre otras:

      Urodinámica: se coloca un pequeño catéter en la vejiga de la paciente para medir la presión en la vejiga y la uretra mientras la vejiga está llena con agua. La paciente responde una serie de preguntas para ayudar a determinar cuánto puede aguantar su vejiga; después la paciente orina y se evalúa la cantidad de orina. La prueba no es dolorosa y dura aproximadamente 20 minutos. La paciente puede interrumpir la prueba en cualquier momento.

      Cistoscopia: se inserta una pequeña cámara en forma de tubo a través de la uretra para observar detalles de la vejiga que son difíciles de ver con una radiografía. El cistoscopio es flexible y no es más grande que un catéter. La cámara está conectada a un monitor para que la paciente también pueda ver el interior de su vejiga. La prueba no es dolorosa y dura aproximadamente 5 minutos. La paciente puede interrumpir la prueba en cualquier momento.

      Análisis de orina: la orina de la paciente se controla en cada visita para garantizar que no tenga una infección.

      Ecografía de vejiga: se toma una imagen de la vejiga de la paciente en cada visita para garantizar que la vacíe por completo. Este procedimiento no es invasivo ni doloroso.

      Ecografía endoanal: una pequeña sonda ecográfica se inserta suavemente una pulgada dentro del recto para ver si el esfínter anal está intacto.

      Evaluación de los músculos pélvicos: se realiza un examen físico o se usa un dispositivo de control electrónico para evaluar la capacidad de la paciente de contraer los músculos pélvicos.

      Manometría anorrectal: un pequeño balón se coloca en el recto para medir la fuerza y la capacidad del recto para contener las deposiciones. Si bien resulta incómoda, esta prueba no es dolorosa y dura solo unos minutos. La prueba se puede interrumpir en cualquier momento.

      Radiología: se pueden usar diversas radiografías, según corresponda, para respaldar el diagnóstico.

      Una vez que los médicos determinan la causa del trastorno del piso pélvico, pueden brindar diversas opciones de tratamiento, que incluyen:

      • medicamentos;
      • Fisioterapia
      • modificación de la conducta;
      • medicina alternativa;
      • reconstrucción del piso pélvico con técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas y más complicadas. Las especialidades incluyen cirugía vaginal, abdominal, laparoscópica y robótica con la tecnología Da Vinci .

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