La incontinencia urinaria de esfuerzo es muy común. Aproximadamente un 60 % de las mujeres experimentan alguna pérdida haciendo actividad en algún momento de sus vidas. No obstante, la incontinencia urinaria de esfuerzo no es común en mujeres en sus 20 y sus 30 años de edad. Los factores de riesgo de la incontinencia urinaria de esfuerzo incluyen embarazo y parto, levantamiento repetitivo de objetos pesados, estreñimiento, tos crónica e incluso antecedentes familiares de incontinencia urinaria de esfuerzo.
La incontinencia urinaria de esfuerzo es ocasionada por una uretra débil. La uretra es el tubo a través del cual la orina sale de la vejiga y luego del cuerpo. La función de la uretra es permanecer cerrada contra la vejiga cuando la persona se encuentra en reposo y durante actividades como hacer ejercicios y toser. Cuando una persona padece incontinencia urinaria de esfuerzo, la uretra no es lo suficientemente fuerte para permanecer cerrada frente a dichos esfuerzos.
Una uretra débil puede ser el resultado de la pérdida de soporte debajo de la uretra o el resultado de una debilidad en los músculos del esfínter de la uretra, o ambos. Además, la incontinencia urinaria de esfuerzo puede ser el resultado de la debilitación o la pérdida de efectividad de los músculos del piso pélvico.
La gravedad de las pérdidas puede variar enormemente. Para algunas mujeres puede requerir un estrés intenso como correr una maratón o un estornudo potente. En otras, el simple movimiento de rodar en la cama puede causar la pérdida de orina. No existe una cantidad de pérdida específica que sea considerada un punto límite para el tratamiento. El problema es lo suficientemente grave para ser tratado cuando usted desee tratarlo, ya sea que ocurra 20 veces por día o 20 veces al año.