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Incontinencia de urgencia y vejiga hiperactiva

Encuentre las opciones para controlar sus síntomas.

Información y causas

A medida que la vejiga se llena, el cerebro envía una señal para contraer los músculos del piso pélvico y la uretra. Estas contracciones musculares cierran la uretra para ayudar a retener la orina en la vejiga. Una vez que la vejiga se siente llena, envía una señal de regreso al cerebro. Si tiene ganas de ir al baño, el cerebro responde con una señal que afloja los músculos y permite que la orina fluya de la vejiga, a través de la uretra y fuera del cuerpo.

Se supone que el cerebro, la vejiga y los músculos del aparato urinario trabajan juntos para controlar el flujo de orina. Cuando tiene incontinencia de urgencia o vejiga hiperactiva, se rompe alguna parte de este circuito.

Tiene vejiga hiperactiva cuando siente una necesidad imperiosa de ir al baño con más frecuencia que lo normal. Tiene incontinencia de urgencia cuando la necesidad imperiosa relacionada con una vejiga hiperactiva le impide retener la orina antes de ir al baño.

Si observa que va a al baño con frecuencia, es posible que los músculos de la vejiga se contraigan antes de que el cerebro esté listo para permitirlo. O bien, es posible que el cerebro envíe señales en el momento correcto, pero que los músculos estén demasiado debilitados o no coordinados para funcionar de forma adecuada. Si simplemente tiene una necesidad imperiosa de orinar, es posible que haya un problema con los nervios que usa el cerebro para transmitir las señales.

Un pequeño porcentaje de personas con afecciones neurológicas, como la enfermedad de Parkinson o antecedentes de accidentes cerebrovasculares, es propenso a tener estas afecciones. Ciertos medicamentos también pueden provocar vejiga hiperactiva.

Estas afecciones empeoran de forma progresiva con la edad. Aproximadamente el 10 % de las mujeres de 20 a 30 años las experimentan. Hasta un 40 % de las mujeres de 80 a 90 años tienen vejiga hiperactiva.

Síntomas

La incontinencia de urgencia y la vejiga hiperactiva pueden ocurrir en cualquier momento y con frecuencia sin advertencia. Puede tener una o las dos afecciones si:

  • tiene una necesidad imperiosa de orinar con tanta urgencia que se presentan pérdidas antes de llegar al baño;
  • va al baño con frecuencia para evitar pérdidas;
  • siente la necesidad imperiosa de orinar mientras lava los platos, coloca la llave en la puerta, llega a la entrada del automóvil o tiene relaciones sexuales;
  • se levanta con frecuencia mientras duerme para orinar;
  • se asegura de saber la ubicación de los baños durante sus actividades diarias;
  • limita las actividades por preocupación a tener pérdidas o no encontrar un baño cuando necesita uno;
  • evita ir a la playa o usar ropa de colores claros a causa de las pérdidas o el temor a tener pérdidas;
  • siente temor o vergüenza al hablar de este problema.

Tratamientos

Hay muchas opciones para controlar la incontinencia de urgencia y la vejiga hiperactiva. Estos incluyen:

  • No hacer nada. Estas afecciones no son emergencias y no provocan complicaciones a largo plazo que puedan acortar su vida. Las pacientes deben tomar sus propias decisiones de tratamiento según la gravedad de su problema.
  • Medicamentos. Hay una gran cantidad de medicamentos disponibles para tratar la vejiga hiperactiva, independientemente de si experimenta pérdidas. La ayudan a retener la orina por más tiempo al relajar los músculos de la vejiga. Por lo general, pueden mejorar los síntomas aproximadamente en un 70 %. Los efectos secundarios también son leves e incluyen sequedad bucal, estreñimiento y visión borrosa. La dosis es conveniente.
  • Fortalecimiento de los músculos del piso pélvico. Ejercicios especiales pueden fortalecer los músculos del piso pélvico y la uretra de una manera que ayuda a suprimir la necesidad imperiosa de orinar. Este tipo de fisioterapia puede corregir los síntomas leves y mejorar de forma significativa la hiperactividad grave de la vejiga. Aprender las técnicas correctas de nuestro centro puede ayudar a maximizar los resultados.
  • Control de la conducta. A veces, cambiar cosas simples puede mejorar los síntomas. Por ejemplo, la cafeína, los endulzantes artificiales y el alcohol pueden irritar la vejiga; reducir o eliminar su consumo puede reducir la urgencia. Modificar su dieta o tomar medicamentos en determinados momentos también puede mejorar la vejiga hiperactiva.
  • Entrenamiento de la vejiga. Este método la ayuda a establecer y alcanzar las metas de espaciar la cantidad de veces que va al baño. Primero, registra la frecuencia con la que orina. A continuación, aprende los ejercicios especiales que fortalecen los músculos del piso pélvico y la ayudan a suprimir la necesidad imperiosa de ir al baño. Luego, establece una meta para retrasar la orina y usa las técnicas para suprimir la necesidad imperiosa de orinar. La meta aumenta cada vez que tiene éxito. Este enfoque puede llevar varias semanas, pero es inofensivo y eficaz.
  • Estimulación del nervio de la vejiga. Esto se logra con la colocación de un implante que es similar a un marcapasos. El procedimiento, llamado neuromodulación sacra, consiste en colocar un generador en la nalga y conectarlo con un cable ubicado cerca del nervio sacro, que viene de la vejiga. El generador envía impulsos eléctricos para reducir la velocidad de las señales que provocan la micción frecuente. Este procedimiento para pacientes ambulatorios es una opción atractiva para los pacientes cuya afección no ha mejorado con tratamientos convencionales.
  • Estimulación del nervio ciático poplíteo interno. Este procedimiento es similar a la neuromodulación sacra, pero sin cirugía ni implante. En cambio, un médico coloca una aguja de acupuntura justo arriba de la parte interna del tobillo cerca del nervio ciático poplíteo interno, que pasa por la pierna y se conecta con otros nervios que regresan de la vejiga. La aguja se conecta a un generador que emite un estímulo eléctrico al nervio ciático poplíteo interno durante 30 minutos. Luego, el nervio ciático poplíteo interno se comunica con los nervios que regresan de la vejiga para ayudar a reducir la micción frecuente. Por lo general, este procedimiento se realiza a las pacientes una vez por semana durante 12 semanas.
  • Cirugía. Si ninguno de los tratamientos mencionados tiene éxito, hay otras opciones quirúrgicas disponibles. Los médicos del centro le ofrecerán todas las opciones disponibles para tratar su afección.

Centro de Uroginecología y Cirugía Pélvica de Christiana Care

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